martes, 27 de junio de 2017

EL TIBURÓN BALLENA: DE VULNERABLE A AMENAZADO


Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publicó en el número 162 de la Revista Acusub

Como activa conservacionista e incansable curiosa del mundo de los tiburones que soy, estoy siempre atenta a todas las publicaciones que salen, con el objetivo de tener el mayor conocimiento posible en materia de tiburones, su estado de conservación y las noticias más recientes en cuanto a investigación. Por ello hace un tiempo llegaron a mis manos dos noticias sobre los tiburones ballena, estos gigantes amables que tanto admiramos los buceadores, la primera de ellas indicando que la clasificación de esta especie pasa de ser vulnerable a amenazado (un paso más hacia la extinción), y la segunda el descubrimiento de  nuevas conductas en poblaciones de tiburones ballena, hasta ahora impensables. Terriblemente preocupada, mi impresión es que en el caso de muchas especies de tiburones, entre las que se encuentra el tiburón ballena, se avanza irremisiblemente hacia la extinción sin antes haber tenido la oportunidad de conocer bien a estas especies.


De vulnerable a amenazado

Como ya hemos comentado en otros artículos el organismo internacional encargado de establecer la cuantificación del estado de conservación de cada una de las especies de seres vivos del reino animal y vegetal, es la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). La IUCN elabora la Lista Roja de Especies amenazadas y las clasifica en orden creciente de amenaza, en:
  •          Baja preocupación
  •          Casi amenazada
  •          Vulnerable
  •          Amenazada
  •          Críticamente amenazada
  •          Extinta en la naturaleza
  •          Extinta



Pues bien, cuando llega a mis manos la noticia de que el tiburón ballena ha pasado recientemente de tener consideración de vulnerable a amenazado, me hace pensar si todos los esfuerzos que hacemos los conservacionistas (y muy especialmente los buceadores) para salvar a determinadas especies de la extinción, son suficientes….Parece que no. Por ello, una vez más, y a riesgo de que se me considere especialmente insistente en el tema de la conservación de los tiburones, vuelvo a utilizar este blog como medio activo de movimiento de conciencias.

Simon Pierce, científico de Marine Megafauna Foundation, miembro de un grupo de especialistas de la IUCN, encargado de informar sobre la situación de estos escualos nos explica que “cada aproximadamente 10 años se trata de recalificar el estado de conservación de las especies, y ahora le ha tocado el turno al tiburón ballena. Previamente estaba clasificado como vulnerable a la extinción, lo que significa que se había enfrentado a un descenso de más del 30% en sus poblaciones en los últimos años. Ahora se ha actualizado su  clasificación hacia amenazado, lo que supone que su población ha experimentado aproximadamente un descenso 50 % en los últimos años. Sus mayores amenazas, de las que hemos tenido conocimiento se producen en el sur de China, donde hay una comunidad pesquera muy grande con pesca de tiburones ballena como especie objetivo.”


Simon también explica que “en Filipinas llevamos tomando muestras de muchos ejemplares en varios lugares y hemos encontrado que la población en este archipiélago está muy fuertemente conectada entre sí y que también se mueven en otros mares internacionales”.


Gonzalo Araujo, español en la organización filipina Lamave (Large Marine Vertebrate Project) nos explica su trabajo junto con Marine Megafauna Foundation: “comenzamos una colaboración para intentar buscar la conectividad entre los tiburones ballena de Filipinas y cómo las pesquerías de China pudieran estar influenciando a esta población”….”Las etiquetas de seguimiento satelital pueden decirnos un poco más sobre si se quedan por aquí o se mueven por otros lados, si se dirigen al Pacífico o a Taiwan, o al sur de China. Sabemos que hay pesquerías activas de tiburones ballena funcionando en el sur de China, y si los tiburones de Filipinas están visitando esta zona, están bajo grave amenaza.”



Y nosotros, ¿qué podemos hacer?

Simon Pierce nos responde: “lo mejor que puede hacer la gente para involucrarse en la conservación del tiburón ballena, es nadar con ellos, por medio de los negocios ecoturísticos desarrollados de forma sostenible: es una buena forma de contribuir para que el tiburón ballena sea protegido en esos países”…”En cuanto a otras amenazas sobre el tiburón ballena, hay que destacar las pesquerías no sostenibles de atún, particularmente la de redes de cerco, por lo que el consumidor debe ser consciente de su elección a la hora de elegir el pescado que come, y quizá la captura con línea pueda ser más sostenible que la de red de cerco.”



El propio Simon Pierce hace un llamamiento en su facebook, y nos anima a que apoyemos sus iniciativas. Transcribo una parte de su mensaje, el que yo leí y que ha sido el detonante de este artículo:

Con los últimos datos científicos disponibles, somos capaces de asegurar que los tiburones ballena, en sus dos principales subpoblaciones: la del Atlántico, donde los tiburones ballena continúan como vulnerables a la extinción, y la del Indo Pacífico, donde los tiburones ballena han pasado a ser catalogados como amenazados. En general, los tiburones ballena están en serio declive, hacia la extinción”

Y es que la población global (atlántica + indopacífica) ya ha sido catalogada como amenazada, por lo que yo misma he podido apreciar en la página de la IUCN, para el tiburón ballena.

Y nos cuenta Simon en su mensaje: “¿Qué estamos haciendo para salvarlos? Pues mucho. Tenemos un activo programa de investigación y conservación en Marine Megafauna Foundation, y seguiremos poniendo actualizaciones sobre ese trabajo. Tenemos suerte de tener un gran número de colaboradores en todo el mundo, y hay otros grupos trabajando para salvaguardar a los tiburones ballena y al medio ambiente marino. Obviamente necesitamos el apoyo de todo el mundo para asegurarnos de los éxitos de nuestras iniciativas.”…”Nuestros amigos y colaboradores en Lanave, en Filipinas han preparado un vídeo en el que se cuenta todo esto.”…”Por favor tened la libertad de compartirlo y preguntar cualquier cosa que se os ocurra”

Mientras tanto los científicos siguen investigando

La segunda publicación sobre el tiburón ballena que pasó por mis manos recientemente se refiere a una investigación sobre tiburones ballena en la Bahía de Cenderawasih en Indonesia, llevada a cabo por la organización Conservation International. El trabajo se basa en campañas de etiquetado de tiburones ballena en la zona, con el objetivo de conocer mejor la conducta del mayor pez del océano.

Un año después de estas campañas, se ha analizado información sobre la localización de los individuos etiquetados. Las primeras conclusiones son un poco sorprendentes: parece que, al igual que las mantas oceánicas, los tiburones ballena son menos viajeros de lo que se creía hasta ahora. Eso quiere decir que no realizan grandes migraciones y se quedan alimentándose por la zona donde viven.


Y sin embargo algunos ejemplares realizan ciertos viajes más largos. El Doctor Mark Erdmann explica que “no tenemos ni idea de por qué se van tan lejos, pues un ejemplar recorrió 4.000 km antes de volver a la bahía donde residía. Sospechamos que los viajes de algunos de los machos más grandes pueden estar relacionados con el apareamiento, aunque algunos de estos ejemplares viajeros eran juveniles  de menos de 4.5 m, lo que nos tiene perplejos y continuamos dándole vueltas.”

Por otro lado el descubrimiento más chocante sobre estos gigantes tiene que ver con la profundidad. Los tiburones ballena tienden a permanecer por encima de los 100 m de profundidad, donde está su comida. Sin embargo los científicos han observado que algunos de los ejemplares etiquetados buceaban hasta 2000 m de profundidad, y no tienen idea de por qué.


Estos dos descubrimientos tan sorprendentes, obtenidos para una sola investigación de una población local, nos dan una idea de lo mucho que hace falta por aprender sobre los tiburones ballena, incluyendo dónde están las madres y las crías correspondientes a esa población que han estudiado. Afortunadamente las etiquetas seguirán operativas un año más y los científicos podrán recoger más datos que quizá añadan un poco de luz a los interrogantes planteados en este primer año de etiquetado. Parece claro que cuanto más aprendan de ellos estarán mejor preparados para poder proteger a esta población, que está precisamente en la zona caliente de la que nos ha hablado Simon Pierce.


Por otro lado, en Galápagos, los científicos de Galapagos Whale Shark Project, están realizando investigaciones sobre poblaciones de tiburones ballena hembras en la zona de Galápagos, que presumiblemente hacen migraciones muy grandes en el Pacífico.

Mi reflexión, tras todas estas informaciones que han llegado a mis manos en un periodo muy corto de tiempo, es que quizá no les dé tiempo a los científicos a concluir sus investigaciones…porque la especie acabe extinguiéndose. Estaremos atentos a todas las investigaciones que se realicen…y haremos un seguimiento del estado de conservación de este gigante del mar.

Referencias:
Vídeo de Lamave: https://vimeo.com/173916268
Texto completo del nuevo reajuste del estado de conservación del tiburón ballena: http://www.iucnredlist.org/details/full/19488/0
Artículo sobre la investigación de Conservation International:
El video de Galapagos Whale Shark Project: