martes, 30 de agosto de 2016

CRIATURAS DE ANILAO (I) (FILIPINAS)

Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publicó en la Revista Acusub en su número 161
www.acusub.net



Volver a bucear en Filipinas es, de nuevo, un placer. He disfrutado mucho en la búsqueda de nuevas o ya conocidas "critters" o bichitos extraños, que con ayuda de mis conocimientos de biología marina, y mi nueva super linterna me ha sido más sencillo poder localizarlos, unas veces practicando el "muck diving", y otras simplemente rebuscando en el arrecife de coral. Os voy a mostrar a continuación algunas de las criaturas más llamativas y extravagantes, para que las disfrutéis como yo lo he hecho con ellas.
Luis Abad y Mónica Alonso
Foto: Mónica Sagrera

La sepia flamboyante o extravagante (Metasepia pfefferi)

Un animalito curioso, del que, vista su extraña apariencia, nadie diría que es una sepia. No es especialmente grande, alcanzando un máximo de 8 cm, pero en cuanto la ves te llama la atención, por sus protuberancias en su manto y sus colores llamativos, rojizos e iridiscentes y cambiantes continuamente. 
Foto: Luis Abad
Los cambios de color de su piel los consigue gracias a tres tipos de estructuras de su piel, denominadas cromatóforos, leucóforos y iridóforos, que le permiten reflejar una gran variedad de colores y cambiar las texturas de su piel. Su conducta cambiando los colores es una señal de su toxicidad: estos patrones de coloración de aviso, son muy frecuentes en el arrecife de coral, donde muchos de los organismos que viven en él o son venenosos, o juegan a parecerlo.

La coloración habitual es marrón oscura, y con un tono rosáceo brillante en la parte delantera de sus tentáculos, en forma de pala y muy diferentes a los de las sepias que vemos habitualmente. Cuando se la perturba, y los buceadores parece que lo hacemos, y mucho, cambia su coloración muy rápidamente, hacie el negro, marrón oscuro, blanco, con manchas amarillas en el borde el manto, brazos y ojos.

Es un animal muy tóxico, tanto como el pulpo de aros azules. Su carne es la que es tóxica y puede ser que su mordedura y tinta posean esta toxina. Se sabe aún muy poco sobre la misma.

No es una gran nadadora, por lo que es habitual encontrarla por el fondo, “caminando” con sus extraños tentáculos. Son fundamentalmente diurnos, y como el resto de cefalópodos (sepias, calamares, pulpos…) son animales muy inteligentes, siendo capaces de aprender y recordar conductas.

Bucear en Anilao tiene como aliciente encontrarnos con este animalito, frecuente en inmersiones poco profundas en fondos arenosos y de fango en el Indopacífico..



Foto: Luis Abad

Gusanos planos vs nudibranquios

Algunos animalitos pequeños y de colores llamativos parecen nudibranquios pero no lo son. Suelen ser gusanos planos o planarias. Pertenecen a la clase de los turbelarios, que es la única clase de los gusanos del filo Platelmintos que presentan vida libre, pues el resto son parásitos.
Foto: Luis Abad
Por su nombre (planarias) podemos deducir cuál es la característica que los distingue de los nudibranquios: son muy planos, tienen un espesor uniforme y muy pequeño.
Y además, no tienen rinóforos (los cuernecitos de los nudis), ni branquias (aunque no todos los nudis las tienen en forma de penacho) y respiran por difusión a través de su tegumento (su tejido externo).

La mayoría de los turbelarios miden entre 2 y 4 cm, aunque el tamaño varía entre 1 y 6 cm. En su zona ventral tienen cilios (una especie de pelillos) y los terrestres (también los hay) secretan moco para la adhesión al sustrato. Como los nudibranquios son hermafroditas simultáneos. A pesar de ser hermafroditas, no se autofecundan: la cópula es mutua y conduce a un intercambio de esperma que se almacena en una bolsa llamada copulatriz.



Foto: Luis Abad
Foto: Luis Abad
Son carnívoros o necrófagos, comen crustáceos pequeños, gusanos e insectos, y también materia muerta. Su sistema digestivo no tiene ano y poseen una faringe musculosa utilizada a la vez para la ingestión y la evacuación de los alimentos, y los desechos de su metabolismo los expulsan por su tegumento o tejido exterior.

La espectacular coloración de las planarias que pude observar en Anilao, posiblemente responda a que pretendan dar la sensación de ser tóxicos, aunque no me ha sido posible saber si lo son o no. En cualquier caso, son un grupo más de animales para “coleccionar” cuando uno se sumerge en las aguas someras del arrecife de coral y de las zonas arenosas y fangosas aledañas.

Arañas marinas


¿Sabes lo que es una araña marina? Pues son unos bichitos que realmente parecen arañas, con cuerpo pequeño y patas delgadas y relativamente grandes, pero no son cangrejos (crustáceos). Los crustáceos (langostas, camarones, cangrejos…) tienen siempre 5 pares de patas, mientras que las arañas marinas tienen, como las terrestres (aunque es solo la apariencia la que las relaciona con ellas), 4 pares de patas.

Foto: Luis Abad
Son artrópodos, filo en el que se incluyen los insectos, los arácnidos y los crustáceos, entre otros, y se incluyen dentro de una clase denominada picnogónidos. Como ya hemos dicho, tienen 8 patas y son de tamaño muy pequeño, hasta 2,5 cm. Las especies abisales (de las grandes profundidades marinas) tienen tamaños mucho mayores, pudiendo llegar a medir hasta 50 cm.

Son depredadores que usan su probóscide para picar a animales a lis que sorben sus jugos, como hacen las arañas. También son saprófagos, es decir, que se alimentan de residuos. Se alimentan de animales bentónicos (del fondo) como las anémonas de mar.

Pues ya sabes, a fijarse toca....y si ves una araña.....pues no es un arácnido ni un cangrejo, es un picnogónido o araña de mar, como el de la foto. (1 cm)


Caballito de mar hembra
Foto: Luis Abad

Para distinguir el sexo de los caballitos no hay más que fijarse en su vientre, y en la mayoría de los casos acertaremos.

Si tiene abultada la parte superior, es hembra, y si tiene la inferior es macho.
Son las hembras las que generan ovocitos en su vientre y los pasan al vientre de los machos, los cuales fecundan los huevos y los portan en una bolsa exterior de su vientre hasta que los huevos eclosionan y al salir los pequeños caballitos parece que el macho está dando a luz.







El maestro del camuflaje

Aquí tenemos a este pez singular Rhinopias frondosa, un escorpénido especialista en mimetismo. Toda una inmersión buscándolo en medio de un montón de basura proveniente de un poblado cercano y al final lo encontramos. No es fácil de encontrar, dado que aunque pude tener gran tamaño, hasta 23 cm, su coloración y los numerosos apéndices de su piel le permiten camuflarse muy bien.
Foto: Luis Abad


Fijaos en la mancha blanca bajo el ojo, que distrae la atención y en el primer vistazo el ojo queda oculto. 
Sin duda una maniobra de distracción que hace que un depredador no centre su atención en las zonas vitales.
Como todos los escorpénidos, es un cazador nocturno, que utiliza la técnica de emboscada: mimetismo más inmovilidad prologada, con gran velocidad de apertura de su boca para literalmente engullir a su presa.

No posee valor comercial, pero es muy requerido y se abonan importantes sumas de dinero para exhibirlo en acuarios. Los Rhinopias son conocidos por mudar su piel para librarse de las algas, parásitos y organismos incrustantes que se suelen situar en su piel.

No son grandes nadadores, como el resto de escorpénidos, y se mueven “caminando” sobre sus aletas pectorales y pélvicas, que han modificado para poder moverse de este modo.
Foto: Diveivanov.com
He podido encontrar una foto en la web en la que se le ve bostezando, una conducta curiosa que realizan los peces que cazan al acecho y que pasan mucho tiempo inmóviles.
Quizá hagan esto para desentumecer los músculos.

Como el resto de escorpénidos, los Rhinopias son altamente venenosos, especialmente las espinas de sus aletas dorsales, que pueden causar intenso dolor y fuertes reacciones alérgicas si la es pina atraviesa nuestra piel.

Un animalito singular como este bien vale una inmersión.

¿Conoces el pez mandarín?
Sin duda es uno de los pececillos más llamativos del arrecife de coral, con su colorido llamativo. Se le llama mandarín por la similitud de su librea (el colorido de su piel) con las túnicas de los oficiales imperiales chinos.
Foto: Luis Abad
Pertenecen a la familia de los Callionymidae o dragoncillos (aunque su apariencia a mí me parece muy distinta). Tienen pequeño tamaño (aprox 6 cm) y son terriblemente inquietos. Tiene ojos grandes para poder cazar en condiciones de poca luz.
Por el día se les ve en solitario y por la noche es cuando aparecen en parejas.

El apareamiento de estos pececillos es sin duda uno de los espectáculos que atrae más a buceadores y fotógrafos. El macho y la hembra se elevan juntos hasta 1 metro por encima del arrecife, el macho expulsa su esperma y la hembra suelta una nube de huevos.

Mientras tanto numerosos buceadores y fotógrafos utilizan el momento para activar sus flashes e inmortalizar la escena.Parece que, aunque no nos permiten usar luces que no sean rojas en los momentos previos al apareamiento, pues justo en el momento de la fertilización los flashes se activan sin parar y la pareja de peces se convierte en estrella de la noche.

Desconozco si los flashazos afectan a los protagonistas o no. Hay mucho que reflexionar sobre este tipo de comportamiento de nosotros los buceadores, que a veces convertimos la naturaleza en una especie de circo.

Mientras tanto, disfrutemos de las imágenes que Luis Abad pudo tomar de los mandarines en los instantes mágicos de su reproducción.
Foto: Luis Abad


Podría seguir hablando de muchas más criaturas marinas realmente llamativas y con sustanciosas características curiosas, pero quizá deba dejarlo para otros artículos. Mientras tanto, si sois amantes de la biología marina, los “bichitos” curiosos, la fotografía macro o el “muck diving” pues no podéis dejar de visitar las aguas de Anilao, en Filipinas.